Cuando quedamos con alguien para salir a pasear en Sevilla pocas veces lo hacemos para conocer nuestros barrios. Menos aún por barrios que tienen colgado un estigma negativo que se suma a la vulnerabilidad social que padecen. Sin embargo deberíamos hacerlo más a menudo quedando con vecinas y vecinos del barrio que nos sirvan de cicerones. Si eres profesor de dibujo de arquitectura, como es mi caso, y propones a los estudiantes trabajar en un barrio como Torreblanca, los paseos de Jane Jacobs, acompañados de vecinas y técnicos que trabajan en el barrio, son una herramienta estupenda para hacer una inmersión en el mismo. Permiten aprender de lo que vemos y de lo que escuchamos en las conversaciones del recorrido. De este modo no sólo se consigue conocer mejor el barrio y su historia, desde la experiencia de quiénes viven y trabajan en él, se logra, además, establecer un vínculo emocional entre los estudiantes y los habitantes del barrio que representa una motivación excepcional para desarrollar el trabajo. Más aún, si como es el caso, el trabajo propuesto se enmarca en un proyecto de innovación educativa, en colaboración con las comunidades escolares de dos de los colegios del barrio, el Príncipe de Asturias y el Vélez de Guevara, que forma parte de un proyecto de transformación social y ambiental en curso, como es el de construir la Comunidad Energética y de Aprendizaje de Torreblanca, el proyecto Torreblanca Ilumina.
Los paseos tienen como finalidad provocar una mirada incisiva que desvele aspectos que normalmente pasan desapercibidos. Se trata de proyectar una mirada intencionada a partir de un tema principal. En urbanismo fueron utilizados como herramienta para cambiar la mirada sobre la ciudad por la socióloga y activista urbana Jane Jacobs. Esta urbanista se mostró muy crítica con la ciudad moderna, pensada con parámetros productivistas, para el varón que conduce en coche al trabajo. Una ciudad segregada funcional y socialmente, en la que niños y niñas, personas mayores y mujeres perciben que el espacio público no está pensado para ellos y ellas, no es seguro, no es confortable, no hay actividades próximas imprescindibles para la vida cotidiana, no es accesible. Barrios que han surgido al margen del planeamiento, por autoconstrucción, desconectados de la ciudad, como Torreblanca, tienen el problema añadido de que sólo a través del ejercicio reivindicativo del derecho a la ciudad, a base de organización y movilización, han podido poco a poco completar sus equipamientos y servicios.
Francesco Tonucci, el pedagogo italiano hace una crítica de la ciudad desde la mirada de la infancia en la que profundizaremos en el trabajo a desarrollar en el curso. Ciudades que han expulsado a niños y niñas de las calles por ser inseguras para ellos y ellas. Reivindicaremos la mirada y las propuestas de niñas y niños para mejorar su ciudad y que se les tenga en cuenta en la toma de decisiones que les afectan. La perspectiva de género y la perspectiva generacional confluyen en agudizar nuestra mirada para observar aquello que es preciso cambiar en nuestras ciudades para hacerlas más amables, seguras, accesibles y habitables para todas las personas que las habitan.
Estamos en tiempo de pandemia y las clases son virtuales. Esto nos obligó a adoptar un formato virtual para el paseo. Quedamos con nuestros anfitriones y anfitrionas en el Aula Virtual de la Universidad de Sevilla a las 16.00 h, «en la puerta del Colegio Príncipe de Asturias», y allí, usando google maps, nos encontramos y empezamos a observar y a conversar. Nos esperaban Paco López, jefe de estudios del Colegio Príncipe de Asturias y Mari Fernanda Minguet Morilla, presidenta de la asociación de madres y padres Francesco Tonucci. El colegio forma parte de una gran manzana de equipamientos deportivos y de un paseo de borde, el Juan Saura, junto al Canal de los Presos.
Empezamos observando la posición de borde del colegio, en la zona de expansión urbana sobre los terrenos de la Antigua Hacienda del Rosario, cuyos flamantes bloques de vivienda colectiva contrastan con la imagen de Las Lumbreras, «pueblecito» autoconstruido por migrantes del ámbito rural.
María Fernanda nos contó cómo su padre no sólo construyó su casa sino que fue luego contratado para las obras de urbanización posterior del barrio, como otros muchos vecinos también autoconstructores. Nos habló de la importancia que tiene que las madres y los padres se asocien y organicen para participar en la comunidad educativa del colegio y contribuir a mejorarlo.
Paco López nos habló de la tradición de educación ambiental que tiene el colegio y de cómo procuran implicar a las niñas y los niños en proyectos de aprendizaje que van más allá de las aulas y aprovechan los hogares como laboratorios de aprendizaje, especialmente a raíz de la pandemia. El uso de la energía en casa será un tema de aprendizaje que será abordado en el marco del proyecto Torreblanca Ilumina con un enfoque complejo. Aprenderán a ahorrar energía y por tanto a reducir las emisiones que generan cambio climático y cómo contribuyen así también a economizar. Y aprenderán cómo es posible producir y consumir energía limpia si se organizan en comunidad.
El paseo por la calle Príncipe de Asturias, nos permitió asomarnos al Canal de los Presos. Allí, Angel Luis Álvarez, director del Centro Cívico que nos acompañó en todo el recorrido, nos contó que el proyecto Torreblanca Verde, impulsado por el prof. Julián Lebrato, está interviniendo en el Paseo Juan Saura para lograr un refugio de mariposas. También nos contó como en ese punto, junto al canal, la movilización vecinal había logrado que el ayuntamiento construyera un paso bajo la autopista que divide el barrio por la mitad.
Esta división hace que Torreblanca se organice como un pueblo con tres barrios que se comunican muy díficilmente por las barreras que suponen tanto la autopista como el Canal. A este lado de la autovía se encuentra Las Lumbreras y al otro Torreblanca La Vieja, también de autoconstrucción y Torreblanca La Nueva, promovida principalmente por el entonces llamado Patronato de Casas Baratas.
Las asociaciones del barrio llevan años reivindicando que la autopista empiece más allá del barrio y que el tramo urbano se trate como un bulevar, al igual que se hizo en el barrio de Bellavista.
El paseo por las lumbreras nos llevó hasta el siguiente hito en nuestro paseo, el Centro de Servicios Sociales, dónde nos esperaba Macarena Luque. Nos presentó su centro compartiéndonos un video grabado por ella misma, entrevistando a sus compañeras y compañeros para presentárnoslo y nos habló de su trabajo. Desde el centro atienden las necesidades de las familias y trabajan en colaboración con entidades sociales para mitigar los problemas más acuciantes tratando siempre de superar el enfoque asistencialista e impulsando la transformación social.
Como consecuencia de la pandemia se han visto desbordados de peticiones de ayuda alimentaria. Muchas familias del barrio, que viven al día, se quedaron sin fuentes de ingresos con el confinamiento y desde el Centro Social se vieron incapacitados para afrontar las demandas por falta de recursos públicos. El Ingreso Mínimo Vital aún no ha llegado a las familias que lo solicitaron. Esto hizo que surgieran iniciativas sociales de ayuda mutua y despertó la solidaridad entre vecinas y vecinos del barrio para hacer frente a la situación de emergencia social que acompañó a la sanitaria.
Junto al Centro de Servicios Sociales observamos una promoción de viviendas sociales de corte racionalista promovida por EMVISESA, la empresa municipal. Desde allí, nos dirigimos hacia Torreblanca la Vieja, atravesando la gran rotonda de acceso al barrio desde la autovía A-92. Siguiendo la Avenida Pero Mingo hasta el Canal de los presos dónde nos esperaba Sergio Serrato, de la Plataforma Torreblanca Unida.
Sergio nos explicó como las familias de los presos que estaban construyendo el canal se asentaron en los aledaños del canal dando origen así al barrio. La plataforma Torreblanca Unida surge para hacer frente a los problemas y movilizar a los vecinos para implicarse en proyectos de mejora del barrio, regenerando y rejuveneciendo el tejido asociativo. Una de las cuestiones que trata la plataforma de romper es la imagen estigmatizada del barrio por el sensacionalismo de la prensa.
Mientras hablaba Sergio proyectamos algunas de las imágenes creadas por los estudiantes de dibujo para llamar la atención sobre la imagen negativa que proyectan los medios de comunicación sobre el barrio. El ejercicio introductorio al barrio fue justamente hacer un acercamiento al mismo a través de la historia y de las noticias de prensa. Les pedí buscar en google «Noticias de Torreblanca» y que destacaran las cinco primeras que se encontraran.
Todas ellas proyectaban una imagen negativa que identifica Torreblanca con la violencia en diversas formas, algo que invisibiliza la realidad cotidiana y lo que hacen las entidades del barrio para mejorarla. Juan Manuel Rodríguez elabora una imagen muy potente para contrarrestar esta imagen desde las redes sociales, con un móvil en la mano
Continuamos el paseo por las calles Torrelaguna y Torregrosa, acompañados por Juan María Soto Vera, presidente de la asociación de comerciantes de Torreblanca, hacia el colegio Vélez de Guevara. Por problemas técnicos no pudimos escucharle. Nos esperaban en el colegio Alicia Ortega, jefa de estudios del Colegio Vélez de Guevara y la presidenta de su AMPA, Sonia Granja.
Alicia nos contó el trabajo que vienen haciendo desde el colegio en esta situación tan complicada. El colegio siempre ha estado comprometido con su entorno y está viéndose muy afectado por el impacto de la pandemia y sus consecuencias económicas sobre una parte importante de las familias del barrio, cuyos hijos acuden a esta escuela. Se está produciendo un absentismo especialmente acusado. La brecha digital está siendo muy fuerte y está dificultando la docencia en estas circunstancias. Los propios profesores y profesoras están teniendo que reinventarse para adaptarse a la docencia no presencial.
Alicia nos recibe desde un grupo de refuerzo educativo, para niños de quinto y sexto, al que han presentado el proyecto Torreblanca Ilumina, y que enterados del paseo estaban ansiosos por participar. Alicia nos contó algunas iniciativas, que que están llevando a cabo y que se alinean con el proyecto en curso Torreblanca Iumina. El cole ya tiene un huerto escolar y organiza talleres de reciclaje. Alicia dio la enhorabuena a los estudiantes de arquitectura por los carteles mostrados y nos dijo que iban a imprimir algunos de ellos para difundirlos en el colegio. Nos presentó a su alumno David que tomó la palabra para decir lo importante que es para ellos participar en un proyecto que quiere contribuir a cuidar el planeta.
Elena estudiante de arquitectura preguntó a David cómo han cambiado sus hábitos gracias a su participación en este proyecto. David contó la importancia que tenía la separación de residuos en los contenedores verde, azul y amarillo para tener menor impacto en el planeta. Alicia nos propuso organizar actividades conjuntas entre los estudiantes de arquitectura y los suyos sobre un tema común y acordamos diseñar la forma de hacerlo trabajando la mejora del entorno escolar y los caminos escolares, proponiendo una actividad de diseño participativo con los niños y las niñas.
Sonia Granja, por su parte, nos contó el trabajo tan importante que se realiza desde la asociación de madres y padres y la gran dedicación que ello requiere. Le preguntamos como van las niñas y los niños al cole. Nos respondió que la mayoría van andando pero no todos y que se producen problemas en el acceso del colegio. Quedamos con ella en organizar juntos, con las madres y los padres, un Pedibus escolar como actividad del proyecto.
Tras la visita al colegio, Angel Luis nos dirigió hacia Torreblanca La Nueva, formada principalmente por dos grandes promociones del Patronato de Casas Baratas, conocidos en el barrio como «Los Pisos Blancos» y «Las casitas», que se entregaron en los años 60. Los pisos blancos son de carácterísticas similares a las que el Patronato hizo en Pajaritos y San Jerónimo. Son viviendas de cuatro plantas, de cuarenta metros cuadrados, con zonas comunes muy reducidas. Tienen problemas de conservación, con problemas de humedades y son muy calurosos en verano. Aquí se realojaron familias procedentes de los realojos tras las inundaciones que se produjeron en estos años.
En la plaza del Platanero visitamos «Las Casitas» de 45 metros cuadros, veinte por planta mas escalera, que se encuentran en muy malas condiciones. Esta zona ha sido noticia por brotes de violencia y se acumulan todo tipos de problemas. «Son poco más que chabolas, esta zona no debía existir», nos dice Angel. Macarena nos dice que en estas viviendas diminutas llegan a vivir hasta tres familias. Angel Luis nos habla del sueño de hacer La Nueva Torreblanca regenerando completamente la zona.
Desde el Platanero nos dirigimos hacia el Centro Cívico Juan Antonio González Caraballo de Torreblanca, situado en la Plaza Salvador Valverde, llamada así en honor al poeta andaluz, conseguido por reivindicación vecinal y que se ha convertido en un gran centro de actividades del barrio desde el que se impulsan proyectos como Torreblanca Verde, El Jardín de las Abuelas, un concurso de balcones o el propio proyecto de Torreblanca Ilumina.
Tras el paseo, los estudiantes, a partir de las notas tomadas sobre en su cuaderno y sobre una copia del plano del barrio, fueron volcando la información y elaborando sus mapas o mapeos del barrio. Entregaron un primer esbozo realizado en el aula virtual, en el tiempo de la clase y desarrollaron una imagen final que presentaron en sesión crítica una semana después del paseo.
En dicha sesión compartieron como el paseo no sólo les había cambiado la visión del barrio. Ahora han puesto rostro a las personas con las vamos a colaborar y se sienten más motivados y comprometidos para impulsar, con ellas y ellos el cambio social y ambiental del barrio. El paseo ha sido, en palabras y dibujos de David Gómez, «un viaje» y se llevan «la maleta llena de aprendizajes». La «gente de fuera ya es gente de dentro». «Nuestras vivencias son las que nos describen y nos van autoconstruyendo».